La Ilíada

Descripción del audiolibro

La Ilíada (a veces conocido como el Cantar de Ilion o Cantar de Ilión) es un antiguo poema épico griego en hexámetros, tradicionalmente atribuida a Homero. Ambientada en la Guerra de Troya, el asedio de diez ańos de la ciudad de Troya (Ilión) por una coalición de estados griegos, narra las batallas y eventos durante las semanas de una disputa entre el rey Agamenón y Aquiles guerrero.

Aunque la historia abarca sólo unas pocas semanas en el último ańo de la guerra, la Ilíada menciona o alude a muchas de las leyendas griegas sobre el sitio de Troya, los acontecimientos anteriores, como la recolección de guerreros para el asedio, la causa de la guerra y las preocupaciones relacionadas tienden a aparecer cerca del principio. A continuación, el relato épico recoge acontecimientos profetizados para el futuro, como la inminente muerte de Aquiles y el saqueo de Troya, de modo que cuando llega a su fin, el poema ha dicho de forma más o menos completa la historia de la guerra de Troya.

La Ilíada está emparejada con una especie de secuela, La Odisea, también atribuida a Homero. Junto con la Odisea, la Ilíada es una de las obras más antiguas de la literatura occidental y su versión escrita se suele fecharse en torno al siglo VIII antes de Cristo. Un reciente modelo estadístico basado en la evolución del lenguaje ha colocado a la Ilíada dentro en la fecha aproximada de 760 a 710 A.C. En la vulgata moderna (versión aceptada), la Ilíada contiene 15,693 líneas, está escrito en griego homérico, una amalgama literaria entre Griego Jónico y otros dialectos.

Resumen del audiolibro

Canto I: La peste y la cólera

Después de una invocación a las musas, la historia se inicia in medias res (en el centro de las cosas) hacia el final de la guerra de Troya entre los troyanos y los griegos que asedian. Crises, un sacerdote troyano de Apolo, ofrece riquezas griegas a cambio del regreso de su hija Criseida, una cautiva de Agamenón, el líder griego. Aunque la mayor parte del ejército griego está a favor de la oferta, Agamenón se niega. Crises ora por la ayuda de Apolo y Apolo provoca una plaga por todo el ejército griego.

Después de nueve días de peste, Aquiles, el líder del contingente Mirmidón, llama a una asamblea para resolver el problema de la peste. Bajo presión, Agamenón se compromete a devolver a Criseida a su padre, pero también decide tomar la cautiva de Aquiles, Briseida, como indemnización. Enfurecido, Aquiles declara que él y sus hombres ya no lucharán con Agamenón y se irán a casa. Ulises toma un barco y lleva Criseida a su padre, con lo cual Apolo termina la peste.

Mientras tanto, los mensajeros de Agamenón toman a Briseida y Aquiles le solicita a su madre, Tetis, que le pida a Zeus que los griegos sean llevados al límite por los troyanos, así Agamenón se dará cuenta de lo mucho que los griegos necesitan a Aquiles.

Canto II: El sueńo de Agamenón y la Beocia

Zeus accede a la petición de Tetis y envía un sueńo a Agamenón, instándole a atacar la ciudad. Agamenón atiende el sueńo, pero decide probar primero la moral del ejército griego, diciéndoles que se retiren a su casa. El plan fracasa y sólo la intervención de Ulises, inspirado por Atenea, para una derrota.

Ulises enfrenta y vence a Tersites, un soldado común que expresa su descontento de luchar en la guerra de Agamenón. Después de una comida, los griegos se despliegan en compańías por la llanura de Troya. El poeta tiene la oportunidad de describir la procedencia de cada contingente griego. Cuando la noticia del despliegue griego llega al rey Príamo, los troyanos también se despliegan en la llanura. En una lista similar a la de los griegos, el poeta describe a los troyanos y sus aliados.

Canto III: Los juramentos y Helena en la muralla

Los ejércitos se aproximan entre sí en la llanura, pero antes de que se encuentren, Paris ofrece terminar la guerra luchando en duelo con Menelao, a instancias de su hermano y jefe del ejército troyano, Héctor. Ambas partes juran una tregua y prometen respetar el resultado del duelo. Paris es golpeado, pero Afrodita lo rescata y lo lleva a la cama con Helena antes de que Menelao pueda matarlo.

Canto IV: Violación de los juramentos y revista de las tropas

Presionado por el odio de Hera hacia Troya, Zeus se encarga Pándaro de Troya rompa la tregua al herir a Menelao con una flecha. Agamenón aviva a los griegos y la batalla resurge.

Canto V: Principalia de Diómedes

En el combate, Diómedes mata a muchos troyanos, incluyendo a Pándaro y derrota a Eneas, quien es rescatado por Afrodita, sin embargo, Diómedes ataca y hiere a la diosa. Apolo se enfrenta a Diómedes y le advierte que no se entrometa con los dioses. Muchos héroes y comandantes se unen a la batalla, incluyendo a Héctor, los dioses apoyan cada bando tratan de influir en la batalla. Envalentonado por Atenea, Diómedes hiere a Ares y lo pone fuera de combate.

Canto VI: Coloquio de Héctor y Andrómaca

Hector reúne a los troyanos y para una derrota; el griego Diómedes y el troyano Glaucos se encuentran en el campo de batalla y se extienden regalos de intercambio. Hector entra en la ciudad, insta oraciones y sacrificios, incita a Paris a que se una a la batalla. Posteriormente se despide de su esposa Andrómaca y su hijo Astyanax en las murallas de la ciudad y entra en la batalla.

Canto VII: Combate singular de Héctor y áyax

Héctor se enfrenta con áyax, pero el anochecer interrumpe la lucha y ambas partes se retiran. Los griegos acuerdan en quemar a sus muertos y construir un muro para proteger sus barcos y campamentos, mientras que los troyanos discuten acerca de regresar a Helena. Paris ofrece devolver el tesoro que tomó y dar más riqueza como compensación, pero sin devolver a Helena. Esta oferta es rechazada.

Se acuerda un día de tregua para la quema de los muertos, en el cual los griegos también construyen su muralla y foso.

Canto VIII: Batalla interrumpida

A la mańana siguiente, Zeus prohíbe a los dioses interferir y la lucha comienza de nuevo. Los troyanos prevalecen y obligan a los griegos a volver a su muralla, a Hera y Atenea se les prohíbe ayudar. Cae la noche antes de que los troyanos puedan asaltar la muralla griega. Los troyanos hacen campamento en el campo para atacar al amanecer y sus hogueras iluminan el llano como estrellas.

Canto IX: Embajada a Aquiles

Mientras tanto, los griegos están desesperados. Agamenón admite su error y envía una embajada compuesta por Ulises, áyax, Fénix y dos heraldos para ofrecer a Aquiles (quien ha acampado junto a sus barcos) grandes regalos y a Briseida, para que regrese a la lucha. Aquiles y su acompańante Patroclo reciben bien la embajada , pero Aquiles rechaza airadamente la oferta de Agamenón y declara que sólo volvería a la batalla si los troyanos llegan a sus barcos y amenazan con prenderles fuego. La embajada regresa con las manos vacías.

Canto X: Gesta de Dolón

Más tarde esa noche, Ulises y Diómedes se aventuran tras las líneas troyanas, matando al troyano Dolón y causando estragos en los campamentos de algunos aliados tracios de Troya.

Canto XI: Gesta de Agamenón

Por la mańana, la lucha es feroz y Agamenón, Diómedes y Ulises son heridos. Aquiles envía a Patroclo para obtener información sobre las bajas griegas, mientras que está ahí, Patroclo se conmueve por un discurso de Néstor.

Canto XII: Combate en la muralla

Los troyanos asaltan el muro griego a pie. Héctor, haciendo caso omiso de un presagio, liderea la terrible lucha. Los griegos se sienten abrumados, los troyanos rompen la entrada principal y Héctor entra.

Canto XIII: Batalla junto a las naves

Muchos caen en ambos lados. El vidente Polidamante advierte a Héctor que regrese y debido a Aquiles, pero Héctor ignora su advertencia.

Canto XIV: Engańo de Zeus

Hera seduce a Zeus y le provoca que se duerma, permitiendo que Poseidón pueda ayudar a los griegos. Los troyanos son conducidos de vuelta a la llanura.

Canto XV: Nueva ofensiva desde las naves

Zeus despierta y se enfurece por la intervención de Poseidón. Por el descontento hacia los dioses que ayudan a los griegos, Zeus envía a Apolo para ayudar a los troyanos, que una vez más rompen el muro y la batalla llega a las naves.

Canto XVI: Gesta de Patroclo

Patroclo no puede soportar ver más y pide a Aquiles que se le permita defender los buques. Aquiles cede y presta a Patroclo su armadura, pero lo envía con una severa advertencia de no perseguir a los troyanos, de forma que no se lleve la gloria de Aquiles. Patroclo lleva los mirmidones a la batalla y llega cuando los troyanos prenden fuego a los primeros barcos. Los troyanos se repliegan por el repentino ataque y Patroclo comienza su asalto al matar al héroe troyano Sarpedón. Patroclo, haciendo caso omiso de la orden de Aquiles, los persigue y llega a las puertas de Troya, donde el propio Apolo le detiene. Patroclo es atacado por Apolo y Euforbo y finalmente asesinado por Héctor.

Canto XVII: Gesta de Menelao

Héctor toma la armadura de Aquiles, de Patroclo, pero la lucha se desarrolla en torno al cuerpo de Patroclo.

Canto XVIII: Fabricación de armas

Aquiles está loco de dolor cuando se entera de la muerte de Patroclo y jura vengarse de Héctor, su madre Tetis se aflige también, sabiendo que Aquiles está destinado a morir joven si mata a Héctor. Aquiles insta a ayudar a recuperar el cuerpo de Patroclo, pero no tiene armadura. Hecho brillante por Atenea, Aquiles se encuentra junto a la pared griega y ruge con furia. Los troyanos están consternados por su apariencia y los griegos se las arreglan para retirar el cuerpo de Patroclo. Una vez más Polidamante insta a Héctor a retirarse a la ciudad, de nuevo Héctor se niega y los troyanos acampan en la llanura al caer la noche. La muerte de Patroclo es lamentada y mientras tanto, a petición de Tetis, Hefesto elabora una nueva armadura para Aquiles, junto con un magnífico escudo forjado.

Canto XIX: Aquiles depone la ira

Por la mańana, Agamenón da Aquiles todos los dones prometidos, como Briseida, pero es indiferente a ellos. Aquiles ayuna mientras que los griegos comen, se coloca su nueva armadura y toma su gran lanza. Su caballo Jantos profetiza a Aquiles su muerte. Aquiles conduce su carro a la batalla.

Canto XX: Combate de los dioses

Zeus levanta la prohibición de la interferencia de los dioses y los dioses intervienen libremente en ambos lados. El ataque de Aquiles, ardiendo de rabia y dolor, es terrible, matando a muchos.

Canto XXI: Batalla junto al río

Conduciendo a los troyanos antes de él, Aquiles corta a la mitad de ellos en el río Escamandro y procede a masacrarlos, llena el río con los muertos. El río, enojado por tanta muerte, se enfrenta a Aquiles, pero es golpeado por la tormenta de fuego de Hefesto. Los dioses luchan entre sí. Las grandes puertas de la ciudad se abren para recibir a los troyanos que huyen. Apolo aleja a Aquiles de la ciudad, haciéndose pasar por un troyano.

Canto XXII: Muerte de Héctor

Cuando Apolo se desvela ante a Aquiles, los troyanos se han refugiado en la ciudad, todos a excepción de Héctor, quien después de haber ignorado dos veces los consejos de Polidamante, siente la vergüenza de la derrota y decide enfrentarse a Aquiles, a pesar de las súplicas de Príamo y Hécuba, sus padres. Cuando se acerca Aquiles, Héctor pierde su voluntad y es perseguido por Aquiles alrededor de la ciudad. Finalmente, Atenea engańa a Héctor para que enfrente a su oponente. Después de un breve duelo, Aquiles apuńala a Héctor por el cuello. Antes de morir, Héctor le recuerda a Aquiles que está condenado a morir en la guerra también. Aquiles toma cuerpo y lo deshonra.

Canto XXIII: Juegos en honor de Patroclo

El fantasma de Patroclo se acerca a Aquiles en un sueńo y le insta al entierro de su cuerpo. Los griegos tienen un día de juegos funerarios y Aquiles da los premios.

Canto XXIV: Rescate de Héctor

Consternado por el continuo abuso de Aquiles al cuerpo de Héctor, Zeus decide que debe ser devuelto a Príamo. Dirigido por Hermes, Príamo lleva un carro de Troya, a través de las llanuras, y entra desapercibido en el campamento griego. Agarra Aquiles por las rodillas y le suplica que regrese el cuerpo de su hijo. Aquiles se conmueve hasta las lágrimas y los dos se lamentan sus pérdidas en la guerra. Después de una comida, Príamo lleva el cuerpo de Héctor de nuevo a Troya. Héctor es enterrado y la ciudad se enluta.

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